Que nadie me borre esta noche 
en la que detuve mi peso en tu espalda 
mi llanto fue prisa
y mi demolición
saltó desde mi pecho hasta tu ventana. 

Que nadie venga y me robe este grito
este baile de a dos  
esta cita entre sábanas.

Que nadie me diga
que hay que quererse menos
o que para esto que es nuestro 
no hay luz  en la luna
de un fin de semana.

Que nadie frene latido en frío
arrulla la huella
de
dedos rozando 
de
labios mordiendo 
de
boca silbando. 

Que nadie nos venga
ni hoy ni mañana 
sin irnos también...